FIESTA DE SAN MASÍN

Fiesta en honor de San Masín, santo apócrifo, del que solo nos acordamos en las fiestas y al que se pide protección antes de los encierros populares. Estas fiestas no tienen el carácter religioso que puede tener la fiesta patronal, siendo su carácter lúdico su característica principal.

Las fiestas del verano se comenzaron a celebrar hace unos pocos años, como una manera de hacer participar de la fiesta a todas esas gentes que luego en octubre no podían ir, por motivos de trabajo. En verano la población de Quintanilla se duplica. La gente joven que viene en verano a pasar sus vacaciones al pueblo de sus padres o antepasados, es grande. La participación de los jóvenes es fundamental, las peñas dan esa alegría que tal vez falta en otras fiestas.

De estas fiestas se podría resaltar, por originales, varios actos. Estos serían: Los encierros típicos, que ya han sido catalogados como los más ecológicos de Europa. Alguien que lo vea desde fuera podría pensar que a este encierro le falta emoción. Estaría equivocado y le recomendaría que se andara con tiento, pues no iba a ser el primero que se ha ido con un puntazo en el trasero – ! Verdad Fernando!. Pero no llegará la sangre al río y se reirá mucho, que de eso es de lo que se trata.

También, como no puede faltar en todas las fiestas, se realizan las meriendas en el cotarro de las bodegas. El lechazo y el tinto no falta aquí tampoco a su cita, amenizado con la música de la charanga.